El equipo del Bichi

Borghi ya piensa en el 3-4-1-2 de su nuevo Boca. Quiere un arquero, dos defensores, un carrilero, un volante ofensivo y un delantero.

Lo que veo de afuera es que al equipo le falta equilibrio”. Esa opinión futbolística de Claudio Borghi sirve para empezar a delinear cómo jugará su Boca. El DT tiene una fórmula: un 3-4-1-2 poco habitual en el club. Con ese dibujo, intentará encontrar el famoso equilibrio sin perder, por supuesto, la búsqueda ofensiva que caracterizó al Argentinos campeón.

Pero claro, un sistema táctico, por sí solo, no asegura el éxito. Por eso, Borghi ya tiene en mente los intérpretes.

Olé te lo adelanta, línea por línea: El arco. “Necesitamos un arquero”, tiró. Al caerse lo de Andújar (“Piden mucho dinero”, admitió Ameal), la búsqueda apunta a alguien que venga a pelear el puesto con Javier García. Suenan: Justo Villar (Valladolid de España), Hilario Navarro (Independiente) y Fabián Assmann (Las Palmas de España).

El fondo. Borghi pretende jugar con tres centrales. Como último hombre sueña con Matías Caruzzo. “Es joven, tiene proyección y conoce los riesgos de jugar en una línea de tres”, lo elogió el Bichi. Ya hay gestiones, aunque en la primera charla, Argentinos pidió 3.000.000 de dólares. La opción es Paolo Goltz, quien sería más económico por una deuda que Huracán tiene con Boca. En cuanto a los zagueros, son fija Ezequiel Muñoz y Juan Insaurralde (casi hecho). Lo de Desábato se enfrió.

Los carrileros. Apuesta a dos hombres con mucho ida y vuelta. Que armen una línea de cinco en el fondo a la hora de defender pero que pasen seguido al ataque. En principio, Clemente por derecha y Monzón por izquierda. “Me gusta que vayan para adelante”, dijo el DT. Como variantes están Hugo Ibarra (podría continuar un año más) y Matías Giménez (Borghi lo quiso el año pasado para Argentinos).

El doble cinco. Para esos dos puestos tiene tres nombres: Sebastián Battaglia, Jesús Méndez y Gary Medel. Lo de Mercier es algo muy lejano. Si Seba está bien de la lesión, no habrá refuerzos ahí.

El enganche. Borghi es un enamorado de Román. “Es el mejor jugador del fútbol argentino”, repitió. Pero sabe que no podrá contar con Riquelme, por lo menos, en las primeras tres fechas del Apertura. “Noto que el equipo juega distinto cuando él no está”, observó. Por eso, busca otro enlace. Su candidato parece difícil: el chileno Matías Fernández, hoy en el Sporting Lisboa.

El ataque. A Borghi le gusta uno por adentro y otro por afuera, aunque no se casa con esa idea. De hecho, elogió a Viatri y no descarta un doble 9 con Palermo y Boselli, si vuelve de Estudiantes. ¿Y por afuera? Suenan Lautaro Acosta (Sevilla de España), Jonatan Cristaldo y el Burrito Martínez (de Vélez).
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